El proyecto de arquitectura CUBIC del espacio del Millesime Madrid 2014 realizado por el arquitecto Héctor Ruiz- Velázquez logra impactar con sus estructuras murales minimistas de cartón. Elementos que por su fragilidad y ligereza en el material contrastan sorprendentemente con la rotundidad del sistema constructivo proyectado, con la finalidad de lograr un golpe de efecto tanto visual como emocional muy propicio para el evento y la gastronomía. Un espacio vivo y cambiante por sus juegos ópticos de luz y sombra realizados con 1.000 cajas de cartón, estratégicamente dispuestas.

Flexible, auto-montable, rápido, transportable, apilable, ecológico, sostenible y discreto porque lo que realmente importa en este proyecto es el contenido, y ese ha sido el objetivo que ha dado forma espacial al evento, pero que además esconde una delicada ingeniería logística que permite cubrir las necesidades de construcción de esta tipología de acontecimientos que además requieren de una economía eficiente.

Hay cierta sincronía con los efectos de contraste que busca la valorada alta gastronomía española. Nuevos retos de sabores contrastados que parecen una cosa y que en realidad cuando los pruebas son otra muy distinta. En ambos casos la interacción con los usuarios es una de las premisas más importante de la obra, se busca entrar en contacto con sus sentidos y provocar un cambio de esquemas de pensamiento.

De nuevo el reto del evento es la distribución y el tráfico de sus visitantes, crear lugares para la conversación, para el encuentro, crear intimidad pero también reunión, invitar y facilitar el consumo gastronómico. Para ello las soluciones especializadas del estudio en este tipo de espacios y eventos, encuentran año tras año la forma de crear ese recorrido comercial que caracteriza a Millesime a través de la arquitectura.

Los detalles, muy importantes, responden a una cuidada selección de elementos decorativos que combinan y complementan la idea escénica del proyecto. Se busca la provocación que permite al usuario enfrentarse a lo que ve y a lo que prueba con una actitud positiva y receptiva a la sorpresa y al descubrimiento.

Lámparas de papel, y elementos de arte- textil geométrico-emocionales realizados en fieltro que rompen la superficie plana de las pocas paredes lisas del evento con la misma teoría rompedora del sistema constructivo del espacio.

Arquitectura para no olvidar.