GALERÍA VALZUELA
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Las obras de arte expuestas en Valzuela, representan la parte visible,
compartida y pública de un fondo de colección bello y extenso,
cuidadosamente reunido durante años.
Con antelación a la reforma, el local contaba con una sucesión de salas
abiertas a un eje perpendicular a la calle. Esta estructura espacial resulta
muy compatible desde un punto de vista funcional con el uso pretendido de
albergar exposiciones. El espacio previo era tan válido como previsible.
Pocas veces, el arquitecto encuentra una distribución espacial adaptada,
antes de cualquier intervención, al uso pretendido.
La actuación consiste en la transformación de un espacio predecible y
abundante, por tanto aburrido, en otro atractivo y mágico y que vaya dando
solución, estética y funcional a todos los requerimientos singulares exigidos.
Para ello se añade un gran y singular volumen en la zona derecha del local
cuyas formas y escala han de cumplir varios requisitos.
Desde la calle, debe ser atractivo, con diagonales sorprendentes que rompan
la severidad de la fuga. También ha de servir de contrapunto a las salas con
obra pictórica en las paredes pero espacialmente vacías, al tiempo que
aloje un espacio privado para despacho. Debe provocar en el visitante la
necesidad de recorrer la totalidad de la galería. Este volumen también ha de
albergar una estantería para exponer determinadas obras de arte que
deberán ser protegidas de cualquier posible accidente.
Para cumplir los objetivos del programa se diseña un volumen singular,
masivo, delimitado por potentes aristas rectas y continuas, basado en una
geometría de caras triangulares.
El cuerpo creado, adapta sus formas con el fin dirigir el transito hasta el
fondo, ofreciendo blancas y neutras plataformas horizontales que han de
servir como áreas de exposición de la colección de objetos.
En la zona del fondo, el volumen se despega de la pared que le ha servido de
apoyo para convertirse en protagonista. Con el fin de dejar espacio para la
vitrina expositora, el volumen se horada, se provoca en el un gran agujero,
albergando, una vez exento y libre, una vitrina protectora de objetos
delicados y valiosos que ha sido creada con pequeñas y deslizantes
plataformas horizontales para exponer obras de arte de diferentes tamaños.
Entre la pared y el cuerpo exento se ubica el despacho.
La vitrina expositora lo conforma un conjunto compuesto por bandejas, guías
y cristal de protección. Las bandejas, de frente estrecho y alargadas hacia el
fondo, están montadas con un sistema que las permite, de forma
individualizada, deslizarse libremente adelante-atrás con acceso y
manipulación desde la oficina, para adaptarse a cada objeto singular.