TORRES BLANCAS
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Torres Blancas es un edificio ubicado en Madrid obra del emblemático arquitecto español Francisco Javier Sáenz de Oiza (1918-2000). En las últimas plantas de la Torre se encuentra el apartamento de 91 m2, fruto de la sub-división original de los planos del arquitecto que contemplaban viviendas de 400m2.
En ese espacio se encuentra la intervención de la restructuración del arquitecto Héctor Ruiz-Velázquez que recupera la esencia orgánica original del edificio en el interior de la vivienda en esta obra de gran calidad arquitectónica.
En el diseño de dicha actuación el arquitecto Ruiz-Velázquez derriba toda fragmentación ortogonal espacial de la vivienda anterior, y trata de reflejar el contorno del edificio en el interior haciendo una completa simbiosis de la estructura del edificio con el espacio resultante y disponible para esa nueva vivienda. El resultado es una conexión visual total desde el interior del apartamento hacia fuera y del mismo modo a vista de pájaro desde el exterior el espacio queda despejado y muy amplio, impregnado de luz.
A priori en la base de las dos arquitecturas hay una esencia circular orgánica que conecta ambos creadores, que buscan en las formas inspiradas en la naturaleza el elemento motivador de muchos de los detalles que construyen el espacio, la curva es la esencia y el nexo que une atemporalmente ambas obras . Ese concepto orgánico es la base estética en la que se centra la idea de mantener el concepto de apertura que el arquitecto Ruiz identifica en el edificio, y que consigue con el diseño del interior del apartamento a través de sus conocidas curvas como elementos estructurales divisorios con identidad propia que configuran y modelan los espacios, sin cortarlos. Eso mantiene su necesidad de priorizar la movilidad como razón de ser para el habitáculo, dinamizar un recorrido que parece encontrar en este tipo de espacios lugar para todo, sin obstáculos.
La habitabilidad mejorada de los espacios especialmente urbanos es una de las características destacadas de la obra arquitectónica de Héctor Ruiz-Velazquez consiguiendo una segunda piel para los habitantes de sus obras en cada proyecto de rehabilitación privada. Objetivo que logra a través de su gran capacidad de empatía para sus clientes. El resultado de ello es siempre una obra armónica, equilibrada en sintonía con quien la habita.
La riqueza de este tipo de creación espacial, genera una tipología de planos que obligan al arquitecto a disponer de un gran conocimiento en relación a la innovación y a la selección de los materiales que deben transmitir esas líneas envolventes en el que se convierten las estancias, y sobre todo construir una atmósfera de emociones con las superficies y la luz del espacio. Las hojas de madera de roble de RADISA revisten la pared central como si fuera el interior de un fruto, el pavimento se extiende como un manto otoñal de color naranja gracias a la intensidad cromática de la cerámica natural de la marca SALONI. La encimera de la cocina de TECHLAM DE LEVANTINA, creada por el autor se muestra con un gesto natural muy impropio en la rigidez del trato de este tipo de materiales, detalles que define el arquitecto a pie de obra con los especialistas en la colocación del material. Los muebles del apartamento son fruta de una exhaustiva búsqueda de las obras de otros grandes maestros de los años 50 que refuerzan todo este escenario a través de la técnica y los materiales, y que fue posible gracias a VITRA. En algunos detalles como el mobiliario en el caso del sofá modular curvo, el arquitecto diseña sus propios productos. En otros aspectos en relación al contenido de la vivienda, la arquitectura se funde en el espacio conformando no sólo una pared curva divisoria, sino un elemento organizador muy útil y funcional en una casa como lo es la estantería central que vertebra el pasillo interior.
Toda la obra de rehabilitación de este apartamento está implicada y aplicada en transmitir la esencia de una arquitectura comunicadora y envolvente. El arquitecto siente que ha llegado no sólo a la esencia de la finalidad de este proyecto por la fidelidad en el tratamiento de la idea del
edificio que lo contiene, sino que el resultado de la obra en sí mismo es ARMÓNICO, EQUILIBRADO, SENSITIVO , ORGÁNICO Y FELIZ.